Los retos que enfrentan los gerentes de las empresas exigen paciencia, trabajo duro e integridad. Ser un buen gerente es preocuparse por las personas que supervisa, y también se las arregla para dar a sus empleados oportunidades de crecer ayudándolos a alcanzar los objetivos de la organización.

Según el estudio de Gallup, los gerentes con mayor éxito, si hablamos de pequeñas y medianas empresas, comparten las siguientes características de liderazgo:

  • Motivan a cada empleado a tomar medidas y los involucran con una misión y visión convincentes.
  • Son asertivos para impulsar los resultados y medir la capacidad de superar la adversidad.
  • Crean una clara cultura de responsabilidades.
  • Construyen relaciones desde la confianza, el diálogo abierto y una total transparencia.
  • Toman decisiones basadas en la productividad.

Lo cierto es que hay cientos de factores que promueven un liderazgo efectivo, pero solo algunas características que diferencian a un buen gerente

8 claves para ser un buen gerente

A continuación vamos a enumerar ocho cualidades que comparten los gerentes eficaces y que contribuyen a la confianza del equipo de trabajo y aumentan su rendimiento.

1. Aportar una amplia experiencia y conocimiento.

Aunque es obvio, no debemos pasar por alto que un buen gerente no puede administrar lo que no conoce. La experiencia es vital, pero también lo son las capacidades de gestión hábil de empleados y saber enfrentarse a situaciones difíciles.

2. Comunicar claramente.

Es una cualidad necesaria para un buen gerente. Una comunicación clara y honesta es clave para generar confianza en la gestión y aumentar la implicación y la participación del equipo.

Un buen gerente debe definir muy bien los objetivos, individuales y colectivos, y comunicarlos claramente a sus empleados. De esta forma cada empleado, sabe lo que se espera de su rol y hará todo lo posible para cumplir con sus objetivos.

3. Conectar y escuchar.

Especialmente cuando se trata de la gestión de equipos a distancia, un buen gerente debe estar siempre presente, por teléfono, por correo electrónico o en persona. Un gerente que sabe escuchar y crea un espacio para preguntas de los empleados permite que estos se sientan más felices y productivos.

4. Delegar tareas y gestionar el tiempo de forma eficiente.

Un buen gerente debe equilibrar cuidadosamente el tiempo. Esto implica dar confianza laboral para delegar tareas. Constituye una parte crucial de la gestión del tiempo, capacita al empleado para completar el trabajo favoreciendo el trabajo propio y el trabajo del equipo.

5. Contribuir al desarrollo profesional.

Un buen gerente debe aprender a reconocer las fortalezas de los empleados para generar más confianza. Cuando los empleados son reconocidos para tener la propiedad de su trabajo se sienten seguros y apoyados.

Empoderar a los trabajadores consiste en entender sus habilidades, motivarles y construir un ambiente donde se celebre el desarrollo profesional y la creación de equipos.

8 claves para ser un buen gerente

6. Promover un entorno de trabajo estable.

Los buenos gerentes crean estabilidad. Siguen de manera confiable sus promesas y cuando los cambios aparecen, explican por qué. El gran gerente debe ser un líder cuando las cosas van bien, pero sobre todo cuando existen situaciones difíciles.

7. Equilibrio entre la vida laboral y personal.

La flexibilidad, en términos de agilidad frente a las demandas empresariales que cambian rápidamente, es una cualidad de un gerente efectivo. Es importante estar abierto a nuevas ideas y enfoques para mantener una actitud positiva, con la que es mucho más fácil trabajar.

Además, un líder que valora el equilibrio entre la vida laboral y la vida personal es más probable que gane confianza de su equipo. Cuando los empleados sienten que hay espacio para otros proyectos y pasatiempos en sus vidas su nivel de compromiso con la empresa también aumenta.

8. Demostrar seguridad.

El cambio sucede y, por ende, también lo hace el conflicto. La capacidad de proporcionar apoyo y ser un faro de estabilidad es importante en días fáciles, pero es aún más importante durante tiempos de agitación. Responder preguntas durante una crisis con confianza es lo que marca la diferencia.

Evidentemente hay innumerables características de un buen gerente, pero estos ocho elementos son un comienzo sólido. Cualquiera que se proponga mejorar estas cualidades estará en una posición privilegiada y más cerca de lograr mejores resultados.