Aunque España parece a priori un país alejado de ser una referencia para los emprendedores, el ecosistema de emprendimiento en España está en plena fase de reactivación. La creciente percepción de oportunidades de negocio eleva el porcentaje de emprendedores que se lanzan a la apertura. El empleo autónomo proporciona trabajo a más de 4 millones de personas que a su vez han contratado ya a más de un millón de asalariados.
No obstante, según un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) del pasado año 2017, España ocupa el penúltimo lugar en tasa de empresarios y empresarias. En este panorama destaca el escaso grado de innovación de la actividad emprendedora y la internacionalización sigue siendo asignatura pendiente en España.
¿Quiénes son los emprendedores en España?
En términos estadísticos, el perfil del emprendedor es mayoritariamente masculino, tiene una edad media de 40 años, estudios superiores, un nivel adquisitivo alto y, en el 49% de los casos, cuenta con formación específica para la creación de negocio.
Según el Informe GEM España 2017-18 sobre Emprendimiento, constata que el objetivo de los emprendedores en España se diversifica en:
Buscar una mayor independencia (57%)
Aumentar ingresos (25,2%)
Mantener ingresos (9,7%)
¿Cuáles son las vías de financiación principales?
El estudio indica que el 84% de los emprendedores requiere de financiación para montar su propia empresa y aunque la cuantía es muy variable, la media ronda los 93.000 euros. Esta cuantía se obtiene principalmente de los ahorros personales (52%) seguido por instituciones financieras (22%), préstamos familiares (14%) e inversores profesionales (9%).
Llegados a este punto, la primera preocupación del autónomo coincide con las elevadas cargas administrativas y la alta fiscalidad que constituyen dos de los principales problemas a los que debe hacer frente un trabajador por cuenta propia. La dificultad para encontrar financiación y la falta de cobertura social son obstáculos suplementarios importantes de cara al desarrollo del negocio y a la confianza del emprendedor.
¿A qué problemáticas se enfrenta el emprendedor?
La empresa Coworking Spaces ha elaborado un estudio en el que se miden las impresiones de los españoles sobre las dificultades de los autónomos. Además de hacer especial hincapié en la falta de apoyo por parte del Gobierno, los encuestados en el estudio señalan que si tuvieran la oportunidad de hablar con la clase política sobre mejoras laborales, el 42,6% pediría mayores ayudas al emprendimiento y un 20% solicitaría subidas de salario mínimo interprofesional. Como adelantamos anteriormente, aunque la mayor preocupación se centra en las escasas ayudas que reciben por parte de la Administración pública y los impuestos, existe un retroceso importante de acceso al mercado interno, la transferencia de I+D y la infraestructura comercial. Según la OCDE, en España el miedo a fracaso supone una barrera para emprender en el 47,4% de los casos, un poco por debajo de la media europea (47,8%).
¿Cuáles son las tendencias de futuro para España?
El porcentaje de emprendedores potenciales que iniciarán actividad en los siguientes 6 meses, ha aumentado en el último año hasta el 6,8%. Aún así, España se sitúa en el puesto 24 por detrás de las economías basadas en la innovación, incluyendo la mayoría de países europeos, EEUU y Japón, cuya media es del 18,1%.
Una tendencia ascendente es también el porcentaje de negocios sin empleados, que ha aumentado del 40% al 59% en los últimos 10 años. Actualmente cerca del 90% de las empresas cuentan con menos de cinco trabajadores en España.
El porcentaje de empresarios consolidados ha crecido hasta el 7% y se sitúa por encima de la media europea.
En términos de actividad intraemprendedora, España se posiciona por debajo de la media europea, pese a que comunidades como Cataluña, Cantabria y la Comunidad de Madrid lideran la actividad en España.
Consejos para emprendedores
Planifica tu negocio: Darse de alta como emprendedor por cuenta propia es sacrificado, ya que los frutos no son inmediatos y hay que contar con una buena planificación acompañada de un colchón económico suficiente para desarrollar el negocio los primeros años. Paciencia, trabajo y más paciencia.
Gestiona tus cuentas: El trabajador autónomo o emprendedor gestiona sus cuentas. No estamos hablando tan sólo de papeleo administrativo sino de conocer a la perfección la contabilidad de su negocio para no acabar el año con pérdidas. El desconocimiento en muchos casos se convierte en el talón de Aquiles para muchos autónomos que ignoran las nuevas leyes de autónomos, las ayudas de las comunidades autónomas o las líneas especiales de crédito.
Hazte cargo de tus impuestos: El empresario por cuenta propia tiene la obligación de presentar sus cuentas trimestral y anualmente: el IVA, el IRPF, el Impuesto de Sociedades (en caso de que hayas fundado una empresa), y demás. En los primeros años de vida de tu negocio, debes evitar las multas por retrasos, no perder los plazos y conocer tus obligaciones. Por eso desde la Agencia Tributaria han elaborado un calendario que te permite sincronizar tu agenda profesional con la de Hacienda.
Fórmate e infórmate: La amortización de bienes es uno de los conceptos menos manejados por los nuevos emprendedores. La formación es clave para comprender los conceptos más complejos y evitarte sustos innecesarios y gastos imprevistos. La información online que puedes encontrar en blogs expertos como éste es una herramienta necesaria también para revisar nuevas normativas, derechos y obligaciones.
